Ultimamente estuve dándole vueltas en si centrar este blog en algo más personal y abstener la parte de videojuegos para profesionalizarla en otro blog nuevo. Este sitio recoge muchas entradas, quizás demasiadas, sobre mi filosofía y los debates que mantengo con mi yo interior que no cuajan con la visión gamer que llevo intentando darle desde que lo engendré.
No estoy diciendo que me avergüence de ello, todo lo contrario, si no fuera por esta herramienta y las posibilidades de desahogo que me ha ofrecido dios sabe que clase de persona acabaría siendo.
Por eso, lo más seguro es que a partir de ahora este blog sera mi escondite donde poder reflexionar y hablar con mi dios interior, compartir mis teorías sobre la vida y mis conocimientos sobre psicología que la experiencia y la cultura personal me han ido otorgando con el avance intermitente del tiempo.
Así que esta será la despedida de mi parte gamérfila, al menos en este sitio, por lo que he decidido darle una buena despedida mezclando ambas caras del blog: mi nostalgia y mi sentimiento por los videojuegos madurando un tema más en concreto, el Hype y la forma en la que este ha ido convergiéndose a los tiempos que corre, quedándose anclado más en el pasado y en el tradicionalismo que en las nuevas corrientes capitalistas.
Hype Neriano
¿Qué es el Hype desde la perspectiva de Nero?
Como bien sabemos todos, el Hype no es más que el sentimiento de querer poseer algo por la expectación que nos produce. Normalmente se usa para productos que están en desarrollo y de los cuales se muestra una parte al consumidor para encender su apetito.
En mi caso digamos que es una especie de combustible, algo que engrasa mis engranajes y que permite al concepto de la ilusión seguir manteniéndome feliz dentro del mundo de los videojuegos. Digamos que junto a la experiencia y las ganas de devorar historias ficticias donde puedo ser el protagonista, el hype es el elemento esencial por el cual sigo dentro de la rueda que hace girar la industria del videojuego.
En el pasado, cualquier juego que me prestase una jugabilidad loable, unos protagonistas atractivos y en general experiencias que en ninguna otra parte podría sentir.
Actualmente es algo difícil de apreciar. Donde antes era fácil prender la chispa del Hype, ahora hay mucho odio y mi lado Hater acecha a cada noticia, análisis y detalle... En breves pasaré a explicar esto.
Digamos que en los tiempos que corren, el Hype abre los ojos en mi interior cuando el cóctel con los ingredientes compatibles (Historia + OST + Innovación + Jugabilidad + Arte) es exitoso convergiendo en un videojuego que te hace hervir los 5 sentidos, lo malo de esto es que cada vez más es difícil de conseguir.
No digo que sea algo imposible, pero los videojuegos han muerto desde que han pasado a considerarse, por muchos de sus creadores y distribuidores, como algo ajeno al arte, una máquina continua de hacer billetes similar a una cola de producción que nunca parará por miedo a los latigazos del capataz.
Donde el esfuerzo por mostrar los sueños de un creador al mundo se vio oscurecido es imposible que la semilla de un auténtico videojuego pueda germinar. Solo el gusano de la putrefacción con un estómago sin fondo para el dinero es lo que nace de las dotes creativas de un programador de videojuegos moderno.
Como cualquier efecto de adicción de cualquier droga existente sobre la faz de la Tierra, el Hype golpea fuerte cuando se ve acorralado sin su dosis regular. En los tiempos donde el Hype no se puede alimentar de calidad, despierta echando boca de lo primero que encuentra y que a ojos confusos parece delicioso, por eso, con elementos regidos por la blasfemia, como el nombre de una saga que lleva creciendo hacia la noche desde la era de su esplendor, acabas cayendo en las seductoras y estúpidas garras de muchas editoras que juegan con tus sentimientos como monedas bailando al son de las vibraciones de un bolsillo.
Una espada de doble filo, cuyas ambas partes solo te dañan a ti y no al que lo empuña: La rotura del tabú de la solidez de una saga junto con tus pecados por no cuestionar su ética mal impuesta.
El esperpento de la crítica.
Cuantos de nosotros juzgamos creyendo ser objetivos y al final el Hype es quien titeritea nuestra voz. Pero aun así, es con el razonamiento crítico como podemos aplicar el fantasma del Hype cuando no le toca vivir en su tiempo.
Claro, hay algo que se nos escapa, el lado oscuro de un juicio: la elección.
Si optamos por pensar dos veces antes de echar el guante a un juego no podríamos llamarnos Gamers, pues en nuestra mente no habría cabida para seguir agarrados a la rueda de este mundo. También aplacaríamos contra aquellos pequeños rubís, zafiros y esmeraldas que intentan buscar su brillo en la oscuridad sin darle oportunidad alguna a consejo del Prejuicio susurrándonos en el oído.
La única forma de entender este último paso del Hype Neriano es el siguiente:
Aplica el sentimiento de la honestidad contigo mismo y con aquellos juegos que aparezcan ante tus pasos. Juzga pero no dictes sentencia, castiga pero ten piedad... Se bueno con el que te deja ser bueno y olvida aquel que no merezca formar parte de tu cultura.
Mi Hype sigue vivo, a pesar de todo y gracias a él aun puedo seguir con la esperanza de seguir sumando a mi biblioteca aquellas joyas pasadas o que estén por nacer para seguir enriqueciendo mi ya de por si muy basta Cultura Gamer.
Esto es un adiós para mi mitad gamérfila, pero un saludo para
lo nuevo que está por venir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario