miércoles, 18 de diciembre de 2013

Drakengard 3 y mi decepción con Square-Enix.





Una verdadera lástima que Square-Enix sea una de las compañías más Nazis de la industria. Teniendo en su haber joyas potenciales como Nier, franquicias las cuales apenas tienen continuaciones y que cuentan con una base de fans buena, decida guardarla en el cajón de los secretos para dar más coba a Final Fantasy cuando ya ni las pepitas les queda por exprimir.

Square-Enix tiene juegos más que de sobra para volver a brillar, tiene las herramientas y el dinero para volver a dejar claro a las demás quien es la soberana dentro del género del J-RPG, pero no quiere. Prefiere tener a cuatro japos de sexualidad no definida seguir plasmando sus visiones románticas modernas en Final Fantasy con un esfuerzo de -100%.

Un claro ejemplo de ello lo tenemos en la saga Drakengard, una franquicia olvidada en su pasado (y con razón), que no era más que un mata mata lineal y sin apenas argumento, que ahora ha pasado a las manos de los responsables de Nier para deleitarnos con una más que posible obra magna de los videojuegos: Dragenkard 3.

Un juego que combina lo mejor de Nier y otros juegos roleros de S-E con la pobre saga Drakengard, creando un sinfín de emociones, historias y experiencias que tanto hacen tornar nuestra piel a la de una gallina. No obstante, algunos de los que disfrutamos con Nier se vio nuestra experiencia truncada por culpa del inglés, en algunos casos (en el que yo me incluyo) imposibilitando incluso que lo terminásemos.




S-E no se da cuenta que haciendo el ínfimo esfuerzo de localizar un juego como ese se traduciría en un sinfín de ventas. Por eso, a pesar de haberla cagado en ese aspecto con Nier, parece que no le gusta aprender y vuelve hacer el mismo sacrilegio con Drakengard 3, confirmando que llegará a nuestras tierras en febrero en completo inglés.

Una gran pena, pero no daré ni un euro a ese juego cuando salga simple y llanamente por no llegarnos traducido, retroalimentando la maldita espiral viciosa de SE que le empuja a decir que si un juego no vende es porque es malo y no gusta. ¿Pero qué debería hacer? ¿Comprarlo igual para no jugarlo entero por no tener que andar con traductores y diccionarios? ¿Gastar 60€ en él para que S-E piense que si se vende igual es porque el idioma no las refinfla y seguir continuando con mas juegos de rol en inglés?

Lo único que puedo hacer es ragear y ponerme a patalear como un niño pequeño, ya que por mucho que movilice, tampoco tendré el apoyo necesario para cambiar las cosas. Hoy en día el marketing de las empresas de videojuego es tan fuerte que es difícil encontrar a alguien que no adore lo que ellas mismas quieren que adoren...

Para finalizar este llanto que realmente no lleva a ninguna parte, os dejo con uno de los temas que más me ha llegado a la patata de Drakengard 3.


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